5 Indicadores de que tienes un buen jefe

Aceptémoslo, todos en la vida laboral deseamos tener el jefe de nuestros sueños. Una persona que te respete, que te comparta conocimiento, que fomente tu creatividad, con quien puedas tener una comunicación fluida y directa y que te ayude a crecer profesionalmente son las características más sobresalientes de lo que significa tener un buen jefe según la empresa española de recursos humanos Randstad.

Y es que trabajar para una persona que tenga éstas características puede ser muy motivador, y hacer mucho más ligera la carga de trabajo y por consecuencia la vida. Te compartimos cinco indicadores para que identifique si tienes la suerte de tener un buen jefe(a) y lo sepas valorar o si es al revés, corras a conseguir otro trabajo:

1. La empresa es un ecosistema, no un campo de batalla.
La mayoría de los responsables suele crear conflictos, de manera consciente o involuntaria, entre empresas, departamentos o grupos de trabajo. Trata de convencer a los suyos de la necesidad de ‘luchar’ para salir vencedores. Los subordinados son sus ‘tropas’; las empresas de la competencia, el ‘enemigo’; y los clientes, el ‘territorio a conquistar’. Error, y grave. Los buenos jefes ven los negocios como una simbiosis. Crean equipos multidisciplinares para que se adapten fácilmente a nuevos mercados. Además, buscan alianzas con otras empresas y clientes, e incluso competidores, para fortalecer su posición en el mercado.

2. Promover la creatividad.
¿Cómo pueden empresas, organizaciones y profesionales afrontar los constantes desafíos y un escenario de cambios permanentes? Sencillamente, siendo innovadores. Atrás quedaron las doradas épocas en que solo contaba producir más y tener mejores precios. Ahora es necesario llamar la atención de los clientes. Y, ¿cómo se cómo lo consigue un buen líder? A través de la creatividad.

3.- Una empresa es una comunidad, no una máquina
Los líderes empresariales de verdad ven a su empresa como una colección de esperanzas y sueños individuales, todos conectados a un mismo propósito. Inspiran a sus subordinados a dedicarse al éxito de sus compañeros, de la comunidad, y de la empresa en general.

4.- La empatía es una necesidad
El verdadero líder no impone, convence; no ordena, dialoga; y no se enfrenta, busca la cooperación. Para ello, debe escuchar mucho más que hablar. Debe actuar con generosidad para cosechar de los demás en idéntica moneda.

5.- La motivación viene del proyecto, no del miedo
En la alta dirección de muchas empresas se ha instalado la idea equivocada de que el miedo a ser despedidos, al ridículo o a la pérdida de privilegios es la fórmula perfecta para motivar a la gente. Sin embargo, lo único que se consigue es tener una plantilla paralizada e incapaz de tomar decisiones arriesgadas. Para una mejor gestión, los jefes de área deben inspirar a la gente a ver un futuro mejor y cómo van a formar parte de él. Como resultado, los empleados trabajarán más duro porque creen en los objetivos de la organización, disfrutan realmente de lo que están haciendo y, por supuesto, saben que van a compartir la recompensa.