El correo electrónico es una de las herramientas de comunicación fundamentales para nuestra empresa. Sin embargo, en algunas ocasiones se vuelve una gran distracción. Sobre todo cuando nos obsesionamos con revisar nuestros mensajes cada cinco minutos.

A continuación te compartimos siete consejos para aprender a dominar esta herramienta, para que te ayude a hacer crecer la empresa, y no se convierta en un desperdicio de tiempo:

  1. Disminuye la cantidad de veces que revisas el correo

    Si tu empresa no requiere un control en tiempo real de los mensajes que recibes, fija un límite de veces diario si es necesario semanal para revisar tu bandeja de entrada.

  2. Asigna prioridades

    Quizá tengas el hábito de revisar el correo electrónico como primera actividad que realizas al llegar a la oficina. Pero piensa, el correo electrónico no debería controlar tu agenda, eres tú quien tiene ese poder.

  3. El sonido que te avisa cada que recibes un mensaje de correo te distraerá inevitablemente

    Además crea la curiosidad de abrir el correo para ver de qué se trata el correo. Así que… desactiva esos avisos, incluso puedes cerrar tu programa de correo hasta que llegue la hora de revisarlo.

  4. Tendrás que esforzarte por resistir la tentación de revisar el correo

    Contrólate. Esto probablemente sea difícil, en especial las primeras semanas. Haz algo que te recuerde tu compromiso para cambiar esta conducta, y esfuérzate seriamente por mantener tu promesa.

  5. Configura tu correo

    Filtra los mensajes no deseados o irrelevantes, y te asombrará ver el tiempo que ganas con ello.

  6. Decide que vas a hacer con cada mensaje al momento

    Responder, desviar o eliminar. No dejes mensajes pendientes que queden eternamente en tu correo.

  7. Trata que tus respuestas sean cortas

    Breves y concisas. No te excedas en instrucciones, tienes que ser claro y directo. Evita las ambigüedades, tu mensaje tiene que ser preciso y no dar pie a confusiones y pérdidas de tiempo posteriores.

Recuerda que tienes que comprometerte a cumplir con el plan, no dejes que nada te distraiga. Atrévete a comprobar cuánto tiempo ahorras administrando tu correo de esta manera, deshazte de ese horrendo hábito de una vez por todas.