A menudo depende el futuro de una organización, de producir más con menos recursos, de ser más eficiente. Para enfrentarte a este desafío debes poner todos los medios a tu alcance para aportar más en menos horas y con el mínimo esfuerzo. Te compartimos cuatro tips para ser mucho más productivo en menos tiempo:

Evalúa tu trabajo por resultados, no por tiempo

Si enfocas tu trabajo como una actividad que comienza a las 9 a.m. y termina a las 5 p.m. probablemente nunca termines nada antes del mediodía. Muchas veces, al pensar que tienes una jornada de ocho horas por delante, contribuye a la procrastinación y muchas veces hace que estire tus tareas, sólo para acomodarlas en esas horas que debes llenar. Pero si comienza a recompensarte por cada trabajo completado, en lugar de las horas invertidas en él, tendrás más tiempo para hacer otras actividades. Si trabajas en tu casa, no cumplas un horario de 9 a.m. a 5 p.m.

Escoger tus acciones

Resulta clave seleccionar aquellas acciones que más impacto tienen y ejecutarlas. Afirma Bacás.

Autocontrol

Procura tener bajo control todo aquello que pueda distraer tu atención de forma inesperada: una llamada telefónica, el correo electrónico, mensajes o interrupciones de compañeros. Tampoco es necesario responder siempre al teléfono: si no es realmente urgente, siempre se puede devolver la llamada cuando hayas terminado lo que estás haciendo.

Recompénsate bien por cada trabajo finalizado

Define objetivos diarios y semanales. En una libreta, separa la hoja en dos columnas. En una de ellas anota todas las tareas que debes completar en un día y en la otra anota las actividades a realizar en una semana. Durante el día ve tachando las actividades que vayas realizando.

No te cargue de mucho trabajo

Si alcanzas tus objetivos diarios y te sobra algo de tiempo, no lo llenes con más trabajo. Probablemente, para terminar antes, has hecho un gran esfuerzo y cargarte con más trabajo sólo hará que te agotes y al día siguiente tu productividad será menos. Éste plan consiste en alcanzar un equilibrio que te permita completar una gran cantidad de tareas en poco tiempo, manteniendo un ritmo constante y diario.