Historia Factura Electrónica y CFDI

Hasta el 2005 todos los comprobantes fiscales que se emitieran debían se impresos por establecimientos autorizados por el SAT, dichos comprobantes debían ser archivados por lo menos 5 años, haciendo que el costo de administración fuera alto para el contribuyente.

Así que algunos contribuyentes solicitaron al SAT la permisión del uso de comprobantes fiscales digitales, para reducir costos, espacio de archivo, ahorrar papel y que la conservación de las facturas fueran en medios electrónicos.

Esto conllevó a que el SAT permitiera la expedición de comprobantes fiscales digitales (CFD) por medio de una Firma Electrónica Avanzada (FIEL) lo que daba más seguridad y ahorraba costos para el mismo SAT ya que la revisión de facturas antes del CFD era manual, haciendo menos efectivo los procesos de revisión.

El CFD logró un ahorro de 85% en costos administrativos, disminuyó errores, mejoró el servicio al cliente y aumentó la velocidad y seguridad del control administrativo.

En el 2011 se hace obligatorio el uso de CFD para los contribuyentes con ingresos superiores a 4 millones de pesos y se autoriza al primer PAC (proveedor autorizado de certificación) el servicio de CFDI (por internet) eliminando el reporte mensual al SAT.

En el 2012 se vuelve obligatorio para los contribuyentes con ingresos anuales mayores a 4 millones de pesos facturar con CFDI. A partir del 2014 todos los contribuyentes con ingresos mayores a $250,000 anuales deberán usar CFDI.

Ahora en día hay 68 PAC´s autorizados por el SAT siendo nosotros uno de ellos.

Hoy por hoy el 96% de las personas físicas y morales continúan sin usar CFDI, números alarmantes pues queda ya poco tiempo para cambiarse y el SAT tomará acciones determinantes y sanciones económicas e incluso prisión para quien no cumpla con las nuevas leyes de facturación electrónica.